Walter Joshua Fretz nació prematuramente a las 19 semanas de ser concebido. Sorprendentemente vivió unos minutos. Su madre explica lo que ocurrió en este breve periodo de tiempo: «Lo alcé, lo abracé, mientras su corazón latía. Lo mantuve cerca de mi corazón, conté sus dedos de los pies y le besé la cabecita. Siempre guardaré los cálidos recuerdos que tengo de él». El testimonio ha conmovido a millones de personas.